Incorporar un nuevo miembro a la familia, ya sea otra mascota o un bebé, puede ser un gran cambio para tu compañero animal. Los perros y gatos son muy sensibles a las alteraciones en su rutina y entorno, por lo que es fundamental prepararlos adecuadamente para garantizar una transición tranquila.
- Introduce a las nuevas personas o mascotas de manera gradual: Si estás adoptando una nueva mascota, es importante hacer una introducción controlada y gradual entre ellos. Los perros, por ejemplo, deben olerse a través de una puerta cerrada o una barrera antes de verse cara a cara. En el caso de los gatos, las presentaciones deben ser lentas, permitiendo que se acostumbren a la presencia del otro a través del olfato antes de acercarlos físicamente.
- No cambies la rutina de tu mascota: Los animales suelen sentirse más cómodos cuando su rutina diaria no cambia drásticamente. Si el nuevo integrante requiere mucho de tu atención, trata de mantener las rutinas de tu mascota como las horas de comida, paseos y momentos de juego. Esto les ayudará a sentirse seguros y a minimizar cualquier ansiedad que pueda surgir con la llegada de un nuevo miembro.
- Haz que tu mascota se sienta incluida: Si tienes un perro y traes un nuevo bebé, asegúrate de que tu mascota siga siendo parte de la familia. Dedica tiempo a pasearla, jugar con ella y brindarle atención para que no se sienta relegada. Si vas a tener una nueva mascota, involucra a tu compañero actual en actividades que los incluyan a ambos.
- Usa refuerzos positivos: Tanto si estás presentando a tu mascota a nuevas personas como a otros animales, los refuerzos positivos son esenciales. Usa premios, caricias y palabras tranquilizadoras para asociar la presencia del nuevo integrante con experiencias positivas. Esto ayudará a que tu mascota se sienta más cómoda y menos ansiosa.
El proceso de integración debe ser gradual, siempre respetando el tiempo y el espacio de tu mascota para evitar que se sienta sobrepasada o estresada. Con paciencia y una preparación adecuada, tu mascota podrá adaptarse de manera tranquila a la llegada del nuevo miembro de la familia.